La presencia del Moreno hace referencia al hombre de piel morena y pelo rizado, fuerte, montubio y que con su machete trabaja en los campos y montes de las regiones costeras, como la provincia de Esmeraldas y de la serranía de regiones como El Chota. Esta diversidad de etnias presentes en nuestro territorio nos hace ricos en cultura, arte y tradiciones.

En las fiestas de Santa Ana y San Joaquín, los morenos aparecen para custodiar a la Loadora en su caballo y aportan con un ambiente jocoso, con su característico hablado montubio.

El moreno realiza el característico baile de la marimba, acompañada por una canción del mismo nombre, en ritmo de bomba que es interpretada por la Banda de Pueblo invitada. Este baile es uno de los puntos más esperados por propios y visitantes, en donde el moreno salta en un solo pie, levanta su machete con ambas manos y realiza más movimientos haciendo deleite de su destreza.

Para bailar de Moreno, un participante debe tener una buena contextura física, ser ágil e infundir respeto.

La Loadora, es una niña, quién es la encargada de recitar a nuestros patronos Santa Ana y San Joaquín un poema en forma de loas como reverencia y agradecimiento por la fiesta y los favores recibidos por el pueblo. Este acto se lo realiza en la plaza en la entrada del Santuario en donde la Loadora es acompañada por los morenos, en presencia del Cura Párroco, resto de disfrazados, invitados de la fiesta y pueblo en general.

El personaje de la Loadora existió en las fiestas antes que el Moreno. Es difícil precisar en que momento apareció el Moreno pero se lo ha podido ver en distintas festividades de la serranía. Sin embargo, en los sectores de Zámbiza y Nayón se calcula que está presente desde hace 50 años.

Las loas son narraciones de temas cotidianos que son recordados en la memoria porque son momentos que emanan sentimientos de amor, tristeza, burla o desaire. 
En la antigüedad las loas eran realizadas por niños, quienes van montados sobre caballos e iban acompañados de sus padres, en la actualidad son custodiados por el grupo de morenos.
La niña loadora usa un vestido blanco, una capa concho de vino, zapatos y medias blancas,  guantes blancos y una corona adicional.

La vestimenta de los morenos consta de camisa blanca y pantalón obscuro bien planchados, un pañuelo multicolor vistoso en la espalda, correas de cuero en forma de tirantes, un pañuelo que cubre su cabeza y luego una careta de cartón, calzado negro, un sombrero montubio y una cantimplora hecha de cuerno de toro en esta lleva licor, el cual reparte a los invitados de la fiesta.
 

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